4 • MARZO 8, 2018 INMIGRACIÓN
Los rostros abatidos por la fuerza
de deportación de Trump
Por: Redacción
editorial@noticiali.com Hay una realidad en el país que solo los ojos
de unos cuantos quieren ver. Mientras que
la vida de miles de jóvenes “Soñadores”
(“Dreamers”) continúan pendiendo de un hilo, sin
solución, la Administración Trump prosigue con su
dura agenda anti-inmigrante.
Sin establecer claras prioridades, el gobierno actual
está desperdiciando recursos valiosos en deportar
indocumentados no violentos, quienes en algunos
casos tienen décadas viviendo en los Estados Unidos,
separando así familias trabajadoras en nuestras
comunidades y dejando a sus hijos estadounidenses
sin sus padres.
Estas son algunas breves historias de los rostros
abatidos por la fuerza de deportación de Trump, hispanos
protagonistas de titulares en los medios como
una muestra palpable de que EEUU al parecer
ha cambiado, y ya no quiere ser llamada la tierra
de inmigrantes que vienen a trabajar en busca del
“Sueño Americano”:
Mexicano en Nueva York
Luego de vivir y trabajar de forma indocumentada
por tres décadas en los Estados Unidos, el mexicano
Martín Martínez, de 50 años, tuvo que afrontar el drama
de la deportación. El padre de familia que vivía
en Newburgh, Nueva York, había aplicado en el año
2004 para asilo junto a su esposa, Julia Ochoa –quien
está indocumentada– pero les fue negada la solicitud.
En 2013 ambos fueron detenidos por inmigración
y liberados posteriormente. Tal como lo reportó el
Daily News, Martínez, un abuelo y papá de dos hijos
que son ciudadanos estadounidenses, trabajaba y
pagaba impuestos, y se reportaba regularmente con
los ofi ciales de inmigración, pero el año pasado inesperadamente
su caso de deportación fue acelerado.
Salvadoreño en Massachusetts
Un inmigrante de 43 años que laboraba como custodio
del MIT (Massachusetts Institute of Technology)
y no tenía historial criminal enfrenta la deportación.
Francisco Rodríguez es oriundo de El Salvador,
donde trabajó en una fi rma de ingeniería, pero dejó
el país centroamericano en 2006, temiendo por su
vida, luego de que asesinaran a uno de sus colegas.
Llegó a Boston sin documentación legal y solicitó
asilo pero fue denegado.
Las apelaciones de Rodríguez terminaron en el 2011,
sin embargo, cada año, funcionarios de inmigración
le concedían una suspensión de expulsión, luego de
reportarse con ellos para asegurarse de que ha permanecido
en el país en situación regular.
Pero -como lo reportó Th e New Yorker, después de
la elección de Donald Trump, los agentes de ICE enviaron
un mensaje diferente a Rodríguez: necesitaba
comprar un boleto de ida a El Salvador y debía presentarse
voluntariamente para ser deportado. Todo
cambió cuando una cita que habría sido un registro
de rutina en años anteriores, de repente se convirtió
en una orden para salir de EEUU.
Ecuatoriana en Connecticut
La ecuatoriana Nelly Cumbicos, de 41 años, no
sabía que se le había emitido una orden fi nal de deportación
en 2002 hasta que solicitó una tarjeta de
residencia ‘Green Card’ en 2015. Ella había llegado a
EEUU cruzando la frontera en el 2000, vivía en Wallingford,
Connecticut, antes de mudarse a Meriden
en 2012, con su hijo y su esposo. Posteriormente fue
detenida por agentes de ICE y le colocaron un brazalete
en el tobillo.
De acuerdo al reporte del Record-Journal, la fecha
original de deportación de Cumbicos era en junio,
pero se le concedió una estadía temporal. El 22 de
enero se le informó que su solicitud de estadía más
reciente había sido denegada por el Departamento
de Seguridad Nacional y que el ICE haría cumplir
sus órdenes de deportarla el pasado 16 de febrero.
Mexicano en Míchigan
La vida de la familia García en Detroit, Míchigan,
nunca volverá a ser la misma al ser destrozada por
la deportación de papá Jorge, quien a los 10 años
de edad había sido traído a EEUU por parientes
indocumentados y tras permanecer aquí durante
30 años, fue deportado hace unas semanas a su
natal México.
Su historia captó la atención nacional después de
que el Detroit Free Press describiera la separación
emocional que sufre su familia justo en el Dr. Martin
Luther King Jr. Ya sin el padre de dos hijos, el hogar
no se siente lo mismo para su esposa Cindy García,
una trabajadora de la planta de camiones Dearborn
que está jubilada por prescripción médica.
Guatemalteco en Los Ángeles
El pastor guatemalteco Noé Carias fue arrestado
por agentes de ICE en Los Ángeles, California, a pesar
de no tener un historial criminal, provocando así
que deje solos a su esposa y dos hijos, de 6 y 5 años,
los tres ciudadanos estadounidenses.
Después de hacer una visita de rutina ante un ofi -
cial de inmigración, Carias, de 42 años, fue recluido
por 59 días en el Centro de Detenciones de Adelanto,
enfrentando la temida deportación. El religioso
centroamericano ya había sido deportado de EEUU
por primera vez en 1993, tras ingresar al país sin documentación
cuando era adolescente.
Después de su regreso a territorio estadounidense
ha servido a su comunidad como pastor y en labores
sociales. No obstante al recibir una tercera orden
de deportación fue detenido motivando la reacción
de los miembros de su congregación, como lo reportó
CBS.
Los líderes religiosos del área elevaron oraciones
por Carias y presionaron para que el pastor vuelva a
la iglesia evangélica cerca de Echo Park. Finalmente
se dio el milagro de su liberación -temporal- porque
su caso de deportación sigue pendiente y el miedo
de dejar a su familia no ha terminado.
(Foto: Cortesía CND)
El mexicano Francisco Rodríguez.
(Foto: Cortesía CND)
La ecuatoriana Nelly Cumbicos.
(Foto: Cortesía CND)
Pastor guatemalteco Noé Carias.