LOCAL
4 • FEBRERO 8, 2018 Miedo a comprar
Cancelación del TPS afecta la economía de negocios locales
Por: Sandra Anabella Torres Con el anuncio de la cancelación
del Estatus de Protección
Temporal (TPS) el panorama
económico cambio, no sólo para
alrededor de 14,700 salvadoreños
que viven en Long Island amparados
bajo este estatus, sino también, para
los negocios del área, empresarios y
gobiernos locales que ven como las
personas ahora prefi eren ahorrar que
consumir.
“Los dueños de negocios se van a ver
muy afectados. Los salvadoreños, al
igual que la comunidad hispana en general,
dinero que ganan, dinero que lo
consumen. Pero ya se ve como todo está
cambiando, ya las personas no llenan
el carro en los supermercados como
antes, ahora llevan lo básico, porque
están tomando precauciones de que si
algo les pasa, tienen dinero en efectivo”,
afi rmó Rogelio Bonilla, de origen salvadoreño
y propietario de la empresa
Torticana, en Long Island.
“A nivel de mano de obra también me
puedo ver afectado en el 2019 porque
algunos de mis empleados tienen TPS y
la ley exige al menos un permiso de trabajo
legal”, recalcó Bonilla. Lo anterior,
es solo un ejemplo de lo que un análisis
del Departamento de Desarrollo
Económico y Planifi cación del condado
de Suff olk calcula, estimando perdidas
de $395 millones en ganancias y $860
millones en “valor agregado” para la
economía local.
Sienten las repercusiones
“La mayoría de nuestros clientes
son salvadoreños y desde ya, nosotros
estamos viendo que el anuncio
de la cancelación del TPS nos está
afectando. Mucha gente ya no viene
a comer, ahora piden comida para
llevar porque ya no quieren gastar
mucho dinero, prefi eren ahorrarlo
para los gastos que puedan tener en
abogados o lo que les pueda pasar.
Venir y sentarse a comer para ellos
incrementaría sus gastos”, aseguró
Estefany Ruiz, hija de los propietarios
del restaurante Albertina en Freeport,
que desde hace 10 años hace parte
activa del establecimiento.
Por otro lado, para Miguel Posada,
un residente del condado de Nassau,
quien se ha visto benefi ciado con el
TPS durante 16 años, una de sus mayores
preocupaciones es la casa que
compró con tanto esfuerzo hace 6
años. “Si mi esposa y yo no podemos
trabajar legalmente va a ser muy difícil
seguir pagando la casa donde nos
hemos establecido junto con nuestros
dos hijos”, señaló Miguel, siendo
tan solo uno de los 4,527 propietarios
de casa benefi ciados con TPS, que el
condado de Suff olk estima en su informe,
afectarían seriamente el sector
inmobiliario.
Pérdidas económicas
Sin embargo este es solo el principio
de todas las repercusiones económicas
que causará la cancelación del TPS, ya
que de ser deportados los salvadoreños
benefi ciados con este estatus, la economía
local podría verse afectada hasta
en 1.4 mil millones de dólares.
“Muchas familias se van a ver muy
afectadas y la mano de obra local también.
Soy benefi ciado del TPS desde hace
14 años, he podido trabajar, viajar a mi
país y vivir tranquilo, tener una cuenta
de banco por ejemplo, y todo eso ha sido
de gran ayuda para la economía de
la región”, indicó Guillermo Cuello, un
hondureño que aunque ya tiene una
petición de inmigración en camino, ve
con preocupación lo que poco a poco
va a empezar a pasar en Long Island
en general con la cancelación del TPS.
Según el Centro para el Progreso Americano,
Nueva York y especialmente
Long Island, son algunas de las áreas de
los Estados Unidos donde más se concentran
los salvadoreños benefi ciados
con TPS. Al perder su permiso de trabajo
y quedar en un limbo migratorio,
dejarían un gran vacío en la economía
de los condados de Nassau y Suff olk, ya
que disminuirá el recaudo de impuestos,
las inversiones a nivel de vivienda,
y por supuesto, habría una repercusión
directa a los pequeños negocios, quienes
s e verían directamente perjudicados.
(Foto: Noticia)
Guillermo Cuello se ha podido benefi ciar por 14 años del TPS. ‘Hemos venido a construir
cosas buenas y a trabajar honradamente”, afi rma.
(Foto: Noticia)
Estefany Ruiz, del Restaurante Albertina en Freeport, asegura que ya se ven afectados
porque los clientes prefi eren ahorrar que ir a comer.