8 • ABRIL 12, 2018
De la escuela a la deportación, el riesgo
latente de estudiantes hispanos
Por: Sandra Anabella Torres
Esandra@noticiali.com n el 2010 nació la entidad sin
fi nes de lucro Defensores de Estudiantes
Inmigrantes en Long
Island (LIISA, por sus siglas en inglés),
integrada por alumnos de diversas
universidades que son primera generación
de sus familias en alcanzar la
educación superior y que luchan por
ayudar a que otros jóvenes como ellos
lleguen a la universidad y tengan un
liderazgo positivo.
Los miembros de LIISA han estado
promoviendo activamente la campaña
de los “Soñadores” o “Dreamers” (personas
que fueron traídas de niños a los
Estados Unidos sin la documentación
apropiada) a favor del programa DACA
y de la ley “Dream Act”; y ahora ellos
debaten un problema surgido en Long
Island con la “Operación Matador” que
pone en riesgo a muchachos estudiantes
hispanos de ser relacionados con
las pandillas y después ser deportados.
Resultados de
Operación Matador
La “Operación Matador”, dirigida por
inteligencia para combatir la proliferación
de la peligrosa MS-13 y otras actividades
de pandillas criminales en
Long Island y el área metropolitana de
Nueva York, comenzó el año pasado y
hasta la fecha ya han sido arrestados
475 jóvenes presuntos pandilleros.
Las pandillas con más arrestos durante
este operativo fueron la MS-13
con 274 y la Mara 18 (18th Street Gang,
por sus siglas en inglés) con 15. En tanto,
210 personas han sido detenidas
en el condado de Nassau y 177 en el
condado de Suff olk, de los cuales 65
jóvenes fueron liberados por no poderse
comprobar su afi liación a estos
grupos criminales.
No obstante, son estos 65 casos de
inmigrantes arrestados sin pruebas los
que llevan a pensar a los miembros de
LIISA a que se pueden estar cometiendo
equivocaciones y poniendo al borde
de la deportación a jóvenes inocentes
de nuestra comunidad.
Plan de protección para jóvenes
“Nosotros tenemos que trabajar en un
plan de protección para los jóvenes que
por ser de escasos recursos, de rasgos
hispanos o no tener documentos son
puestos en una lista de afi liación a pandillas”,
afi rma Osman Canales, fundador
y director ejecutivo de LIISA.
“En Long Island la situación cada vez
se pone peor, porque no es solo el problema
que tenemos de actividades de
pandillas, sino es el poder que la policía
le ha dado al Servicio de Inmigración
y Control de Aduanas de Estados
Osman Canales, fundador y director de la organización Defensores de Estudiantes
Inmigrantes en Long Island (LIISA).
Unidos (ICE, por sus siglas en inglés) en
algunas escuelas, los directores de los
centros educativos están reportando
directamente a dicha entidad a los
jóvenes que tienen problemas”, enfatiza
Canales, de origen salvadoreño.
Cabe indicar que Canales llegó a
EE.UU. a los 10 años de edad y experimentó
en carne propia lo que es
adaptarse al sistema, lo cual le motivó
a formar un club en la escuela
secundaria que ayudaba a otros estudiantes
inmigrantes, y años después
cuando tuvo la oportunidad de ser
el primero de su familia en ingresar
a la universidad, se propuso ayudar
a otros jóvenes que él se dio cuenta
no daban ese paso porque no tenían
documentos.
A este ideal de Canales y de la organización
LIISA se han unido otros
muchachos universitarios que ven una
falta de atención a la problemática que
enfrentan los estudiantes inmigrantes:
el idioma, padres que tienen que trabajar
largos horarios o que no entienden
el sistema educativo porque no hablan
inglés, o la carencia absoluta de padres
en muchos casos.
Testimonios de Líderes
del cambio
“Desde que estaba en la escuela media
me dí cuenta de todos los desafíos
que debemos enfrentar los estudiantes
inmigrantes, siempre me interesó
el tema de inmigración y cómo afecta
otros aspectos de tu vida y por eso
me integré a LIISA porque pienso que
(Foto: Noticia)
debemos ser líderes de un cambio”,
afi rma Gisel, estudiante de Psicología
en SUNY Old Westbury.
“Me involucré con LIISA porque fui
una estudiante inmigrante, trabajé en
el sistema escolar y sé que aún no hay
recursos que nos ayuden”, dice por su
parte Glenis Larios, estudiante de Servicios
Humanos de Nassau Community
College, a lo cual Canales puntualiza
que por todo lo que está pasando
ahora con más razón: “Necesitamos
jóvenes que empujen cambios en su
comunidad”.
‘Yo creo que debemos motivar a estudiantes
para que tengan voz, debemos
prestarle mucha atención a los niños
de la escuela media, es ahí donde se
aprenden muchas cosas y ya las traes
a la escuela secundaria”, recalca Larios.
“En las escuelas secundarias y colegios
universitarios hay más policías
que ayuda mental. Me doy cuenta que
los estudiantes no tenemos los recursos
de apoyo necesarios”, sostiene a su vez,
Zuleyma González, estudiante de Trabajo
Social en Hunter College.
“Cuando entré a la universidad me
sentí perdida, éramos solo dos estudiantes
hispanos, nadie nos dio una
guía y son muchas cosas a las que uno
se enfrenta y a veces se puede sentir
miedo”, indica Denia Díaz, estudiante
de Educación en Five Towns College.
“Asimilar una cultura y sistema cuando
tu no hablas inglés es duro y te afecta
el resto de la vida”, señala de su parte
Manuel Gómez, estudiante de Ciencias
Políticas en Stony Brook University.
(Foto: Noticia)
Zuleyma González, estudiante de Trabajo
Social en Hunter College.
(Foto: Noticia)
Denia Díaz, estudiante de Educación en
Five Towns College.
(Foto: Noticia)
Glenis Larios, estudiante de Servicios
Humanos en Nassau Community College.
(Foto: Noticia)
Manuel Gómez, estudiante de Ciencias
Políticas en Stony Brook University.
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